Salsa
tradicional, que tiene su origen en la clásica “Bechamel”. Su textura es
similar, pero su sabor se lo da el tomate frito o salsa de tomate, que se le
añade.
INGREDIENTES: (para unos
150 ml)
2 cucharadas colmadas de harina. ¼ litro de leche. Aceite
de oliva. Sal. Tomate frito (2 cucharadas).
Tiempo de preparación: unos 10 minutos.
ELABORACIÓN:
Cuando
esté lista, incorporar el tomate frito (comenzar con un par de cucharadas e ir
añadiendo si os parece).
Comenzaremos preparando la base de “Bechamel”:
En un cazo o cacerola, poner a calentar a
fuego suave el aceite de oliva (puede usarse mantequilla, si os gusta más).
Cuando funda, agregar la harina, mezclando bien con la
varilla hasta que se integre.
Mantener unos minutos a fuego medio, sin dejar de
remover, para que se cocine bien.
¿SABÍAS QUE…?:
Esta salsa, es ideal para combinar con pastas y
arroces, así como añadir a pescados y carnes, dándoles un exquisito sabor.
Podeis sustituir la leche por caldo de pescado o carne, según el plato que vayais a preparar.
CONSEJO /
TRUCO:
Si te quedara espesa, puedes aligerarla añadiendo un
poco de leche caliente, mezclando muy bien.
Según los gustos de cada uno, se añadirá más o menos cantidad de tomate, hasta conseguir el punto adecuado.
No dudéis en hacerme llegar vuestros comentarios.
¡¡Muchas gracias!!
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