En
nuestra estancia en la vetusta ciudad de Oviedo, decidimos volver a este
restaurante, ya que, teníamos buenos recuerdos de su cocina. Está en la Plaza
de Trascorrales, en el Casco antiguo.
Nos
sorprendió que ahora es más pequeño y la carta más limitada. Pero, por suerte,
la comida sigue siendo muy buena, por lo que, pudimos saborear cada plato.