Interesante
local de cocina de mercado, que recrea una auténtica carnicería. Se encuentra en el madrileño barrio de Chamberí,
concretamente en la calle Ponzano. Nos trataron muy bien y el servicio es
rápido.
¡Ah!, y está muy bien de precio.
El
tirador de la puerta de entrada, imita al de una cámara frigorífica. El techo
está forrado con cajas de poliespán, que se usan para el transporte de
productos. Su larga barra emula la mesa de trabajo de un matadero. Los
cocineros y camareros lucen batas y delantales blancos. Tiras anchas de
plástico, separan la sala del baño.
A
la vista, hay herramientas propias de carnicero, como cuchillos, botas de agua,
guantes o tijeras. La carta es un listado de almacén, con los productos,
precios y peso.
No usan vajilla. Sólo bandejas de metal cubiertas con
papel parafinado.
Como
siempre que vamos a un sitio nuevo, nos dejamos asesorar, y comenzamos probando
el llamado “Chuletón cenital”: cortado en finísimas láminas, acompañado de sal,
tomate triturado y trufa. Una auténtica delicia.
Continuamos
con el “Huevo Rolex”: auténtico huevo campero con lámina de foie. El plato lo
finalizan ante ti, usando un pequeño soplete. Riquísimo.
Seguimos
con unas alcachofas rellenas, con una salsa y guarnición sorprendentes.
Para
terminar, unas puntillitas con salsa pesto y arándanos. Extraordinaria mezcla
de sabores.
En
este caso, si os digo que vais a conocer un lugar “distinto”, sin ninguna duda es
verdad.
¡¡No perdáis la oportunidad de ir!!
No
dudéis en hacerme llegar vuestros comentarios. ¡¡Muchas gracias!!
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