Haciendo esquina entre las calles Alhóndiga y Gerona, nos tropezaremos con la taberna más antigua de Sevilla, fundada en 1670. Especializada en cocina casera andaluza, es imprescindible pararse en ella, para disfrutar tanto de las viandas, como del propio establecimiento.
Año muy especial el 2020 para esta casa: nada menos que 350 años de historia en nuestra ciudad. De hecho, lo van a celebrar con una amplia agenda de actos: presentación de un libro, documentales, etc.
Ha llegado a tener una parte como taberna, y otra como tienda de ultramarinos. Ya en los años 60, desapareció la parte de ultramarinos y quedó como la taberna que conocemos hoy.
Podrás tomar tu vino y tapa, apoyado en su mostrador de caoba.
O también en alguna de sus barricas, o sus estanterías.
Puedes sentarte también en una de las mesas de mármol, con sillas de madera y enea.
Fíjate en sus estanterías labradas, llenas de cientos de antiguas botellas.
Sus paredes son de muro de ladrillo árabe, con azulejos de los siglos XVII, XVIII y XIX.
El jamón es de excelente calidad, y tiene una variada bodega.
No dejes de probar sus famosas espinacas con garbanzos y las deliciosas pavías. Te encantarán.
Sorprende que los camareros sigan con la costumbre de apuntar la cuenta con tiza sobre la barra.
En este azulejo, hay una errata intencionada, llamando la atención de los clientes, en busca de ella. ¿La encuentras?
Tiene una segunda planta, donde se ubica el salón restaurante, siguiendo la misma estética del lugar: paredes de ladrillo visto, sillería andaluza y grandes ventanales.
¿SABÍAS QUE …?
Este
lugar está muy vinculado con las Cofradías de la ciudad. Fijaos si es así, que
este año 2020, la familia De Rueda, propietarios del establecimiento, recibirá
el “Olivo de plata” que concede la Hermandad de la Redención, por su
trayectoria y colaboración con las hermandades.
También
hay una Tertulia cofrade con su nombre.
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