Aunque vamos casi siempre con prisas y no tenemos tiempo, te aconsejo comprar
las judías verdes frescas, al menos de vez en cuando. El sabor es muy diferente
a las que vienen en conserva o las que están congeladas.
Cuando las compres, fíjate que sean tiernas y consistentes.
Con una puntilla o cuchillo pequeño, corta los extremos de la vaina.
Con un pelador, retira los hilos laterales.
Puede hacerse también con el cuchillo.
Cortar en trozos de unos 3-4 cm.
Lavarlas muy bien con agua y escurrir.
Ya estarían listas para
cocinarlas.Si es necesario esperar para utilizarlas, mantener en un recipiente cubiertas con agua.
Cómo proceder para su cocción:
Poner agua en una olla. Cuando hierva, echar las judías verdes. Añadir
sal al final de la cocción, para evitar que se endurezcan.
No deben cocerse en exceso
para que no pierdan sus nutrientes. Con 15 minutos es suficiente, y si fuesen
muy gruesas, unos 25.
Cuando
estén, introducirlas en agua muy fría o incluso con hielo, para enfriarlas de
inmediato. Mantendrán así su textura y color.
Escurrir
y ya se pueden utilizar para la receta que queramos.
Pueden
comerse, una vez cocidas, sólo añadiéndoles aceite de oliva. También en
ensalada con una salsa vinagreta, o rehogadas con ajos laminados y pimentón, como
acompañamiento de carnes o pescados.
Por
supuesto, también pueden cocerse como parte de un guiso, con otras verduras y
hortalizas.
CONSEJO / TRUCO:
Si son muy anchas, puedes partirlas por la mitad a lo largo, antes de
cortarlas.
También puedes cortarlas a tiras muy finas para ensaladas.
¿SABÍAS QUE…?:
La judía verde, no debe consumirse cruda porque es muy indigesta.
No dudéis en hacerme llegar vuestros comentarios. ¡¡Muchas gracias!!
No hay comentarios :
Publicar un comentario