Elaborar
un menú semanal variado, y además saludable, es una tarea que deberíamos
incorporar a nuestra rutina.
Distribuir
los diferentes grupos de alimentos a lo largo de la semana, sin comer siempre
lo mismo, es muy importante para alimentarnos bien.
Para
elaborar un menú semanal, lo primero que tenemos que hacer, es diseñar una
planilla o cuadrante, en el que pondremos 7 columnas, correspondientes a los 7 días
de la semana. Estas columnas las dividiremos en dos filas, para ir anotando el
almuerzo y la cena.
Si
queremos hacerlo aún más completo, añadiremos más filas para poner también el desayuno, la media
mañana y la media tarde.
Indicaciones generales
Los
menús semanales, deben contener todos los grupos de alimentos, en sus
diferentes proporciones, para así alimentarnos de forma saludable, sin que nos
falte ningún nutriente. Por lo tanto, nuestras comidas deben contener:
- Hidratos o
Cereales: Pan (2-3 veces al día), Pasta (1-2 veces por semana), Patatas (1 vez
como ingrediente principal, y hasta 3 como guarnición), Arroz (1-2 veces por
semana).
- Verduras: 2-3
veces al día, alternando crudas y cocidas, tanto como plato principal como en
guarnición.
- Carne: 2-3 veces
a la semana, preferiblemente magra.
- Pescado: 3-4
veces por semana, alternando el blanco y el azul.
- Legumbres: 2
veces por semana
- Huevos: 2 veces
por semana
- Lácteos: 1-2
veces al día
- Fruta: 2-3 veces
al día. Es muy saludable tomarla en el desayuno, a media mañana y a media
tarde, y debe ser el postre de elección.
- Grasas buenas:
Aceite de oliva, frutos secos, pescado azul.
Ejemplo de elaboración de un menú:
Teniendo
en cuenta las indicaciones anteriores, comenzaremos por distribuir los
diferentes grupos de alimentos, según la proporción aconsejable, procurando en
lo posible que quede equilibrado (aunque, no nos obsesionemos tampoco):
Luego,
ir rellenando con alimentos concretos:
Por
último, añadir los acompañamientos, para intentar que no falten nutrientes:
Otras recomendaciones:
Hacer
la compra en función del menú, para que no falten ingredientes.
Aprovechar
en lo posible los alimentos de temporada.
Usar
más como métodos de cocción el vapor, el horno o el asado, que los fritos.
Medir
bien las cantidades. Debemos acostumbrarnos a no comer en exceso, ya que, si lo
hacemos y no quemamos lo suficiente con ejercicio, iremos aumentando de peso.
Debemos siempre ingerir menos calorías de las que podamos quemar.
Para finalizar:
Podemos
dejar algún hueco de nuestra planilla sin rellenar, por si por ejemplo, va
sobrando comida y se puede elaborar alguna receta con ella.
Cuando
el menú esté preparado, debe colocarse en un sitio visible de la cocina. Será
más fácil de seguirlo y podremos preparar lo que nos haga falta para el día
siguiente.
Espero
que os haya sido útil. Si quereis contármelo, me alegrará.
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