La almeja
suele venderse ya depurada y bastante limpia, pero es inevitable que contengan
algún resto, ya que, se alimentan por filtración. No preocuparos porque es muy
fácil de hacer.
CÓMO LIMPIARLAS BIEN
En primer lugar, debemos
revisarlas todas y desechar las que estén abiertas y las que tengan la concha
con alguna rotura, ya que, pueden estar muertas o en malas condiciones.
Llenar un
recipiente con agua fría, y agregar sal gruesa (1 cucharada por cada litro de
agua), asegurándonos de que quedan bien sumergidas. Deberíamos tenerlas unas
dos horas. Si hace calor, colocar en la nevera.
Colocarlas sobre un colador
y lavarlas bien bajo el grifo de agua fría.
Listas para prepararlas.
CÓMO CONSERVARLAS BIEN
Cuanto más
rápido se consuma la almeja desde que se compre, mucho mejor. Pero a veces,
puedes haberlas tenido que comprar con algún día de antelación, y es preciso
mantenerlas frescas. Lo haremos
de la siguiente forma:
Remojar
bien en agua, para retirar la arena que puedan tener en la concha.
Humedecer un
paño de cocina y colocar las almejas en el centro.
Cerrar las
cuatro puntas del paño haciendo un nudo, y colocar sobre un plato. Mantener en
la nevera hasta el día que se vayan a preparar.
Es recomendable
no esperar más de tres días para consumirlas. En ese caso, empapar cada día el
paño de agua, repitiendo el proceso.
¿SABÍAS QUE…?:
Las almejas
contienen Yodo, importante para el buen funcionamiento del metabolismo celular.
También aportan Calcio, Fósforo, Vitaminas del grupo B y mucha cantidad de
Hierro.
No dudéis
en hacerme llegar vuestros comentarios. ¡¡Muchas gracias!!
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