viernes, 26 de febrero de 2021

Almejas: limpiar y purgar




La almeja suele venderse ya depurada y bastante limpia, pero es inevitable que contengan algún resto, ya que, se alimentan por filtración. No preocuparos porque es muy fácil de hacer.




CÓMO LIMPIARLAS BIEN



En primer lugar, debemos revisarlas todas y desechar las que estén abiertas y las que tengan la concha con alguna rotura, ya que, pueden estar muertas o en malas condiciones. 
Llenar un recipiente con agua fría, y agregar sal gruesa (1 cucharada por cada litro de agua), asegurándonos de que quedan bien sumergidas. Deberíamos tenerlas unas dos horas. Si hace calor, colocar en la nevera.
 
Durante el remojo, las almejas soltarán las impurezas y resto de arena que puedan tener, por lo que, cambiaremos el agua unas tres veces. 




Una vez veamos que está el agua limpia, sacar las almejas con las manos, sin remover los posibles restos que haya aún en el fondo del recipiente. 






Colocarlas sobre un colador y lavarlas bien bajo el grifo de agua fría. 





Listas para prepararlas. 





CÓMO CONSERVARLAS BIEN

Cuanto más rápido se consuma la almeja desde que se compre, mucho mejor. Pero a veces, puedes haberlas tenido que comprar con algún día de antelación, y es preciso mantenerlas frescas. Lo haremos de la siguiente forma:

Remojar bien en agua, para retirar la arena que puedan tener en la concha.

Humedecer un paño de cocina y colocar las almejas en el centro.

Cerrar las cuatro puntas del paño haciendo un nudo, y colocar sobre un plato. Mantener en la nevera hasta el día que se vayan a preparar.
 
Es recomendable no esperar más de tres días para consumirlas. En ese caso, empapar cada día el paño de agua, repitiendo el proceso.
 
 
¿SABÍAS QUE…?:
Las almejas contienen Yodo, importante para el buen funcionamiento del metabolismo celular. También aportan Calcio, Fósforo, Vitaminas del grupo B y mucha cantidad de Hierro.
 

No dudéis en hacerme llegar vuestros comentarios. ¡¡Muchas gracias!!










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