El papillote consiste en la cocción de un alimento, dentro de un
envoltorio, gracias al calor del vapor que se genera en su interior. El calor
llega a la parte exterior del paquete, quedando el alimento protegido de la
acción directa de dicho calor, cociéndose en su propio jugo.
Las fuentes de calor más
utilizadas para cocinar con esta técnica son: el horno, la plancha o el
microondas. También se puede hacer en una barbacoa.Material que se utiliza
Para envolver los alimentos, hay que usar material apto, que no genere
residuos, ni olores o sabores extraños, y que resista altas temperaturas. Debe
ser maleable, para poder envolverlos bien, pero a su vez, debe contener los
jugos que se generen en el interior, sin romperse.
Los más usados son: el
papel de aluminio y el papel de hornear. También hay bolsas especiales de asar
con cierre especial, y utensilios de silicona. Alimentos que se pueden cocinar
Esta técnica, es especialmente adecuada para preparar alimentos de
cocción rápida, como verduras y hortalizas, pescados y mariscos.
No se recomienda preparar
grandes piezas de carne, pero sí cortes magros y aves, especialmente en tamaños
no muy grandes. Ventajas y beneficios de esta técnica
Es una técnica muy recomendada por nutricionistas, para cocinar de
forma sana. No requiere apenas añadir aceite u otras grasas. Los alimentos se
cocinan en sus propios jugos, quedando muy tiernos, y se concentran sus
sabores y aromas.
Los nutrientes se conservan mucho mejor que con otras técnicas, por su
tiempo corto de cocinado. Además, al quedar protegidos del exterior, evita que
se quemen y se pierdan ciertas vitaminas y minerales.
Cómo hacer un papillote básico
El tiempo
de cocción en horno, suele ser de unos 10 minutos (aunque dependerá del alimento), y la temperatura suele estar
entre 180 y 220 grados. Eso sí, siempre precalentado a la temperatura indicada.
En caso
por ejemplo de cocinar pescado y verduras juntos, como cada uno tiene un tiempo
de cocción distinto, hay que saltear un poco las verduras antes. Córtalas en juliana,
rodajas o en media luna.
Hay que evitar el exceso de líquido, ya que, habrá más jugo al final
de la cocción. Con un poco de aceite, vino o vinagreta, será suficiente.
Formar los paquetes
Deben cubrir el alimento por completo y estar bien cerrados pero
holgados, dejando espacio interior para los vapores que se van a generar. Hay
varias formas:
Cortar un
rectángulo y colocar el alimento en el centro. Coger los extremos largos
superior e inferior, y doblar unas tres veces sobre sí mismos, presionando con
suavidad, para cerrar el paquete por arriba.
Para terminarlo, doblar
varias veces hacia arriba, los extremos cortos laterales, y plegar después hacia abajo.
Otra forma es cortar un
gran rectángulo y colocar los alimentos en el centro de uno de los extremos,
doblando el papel de tal forma que lo cubra por completo. Pliega sobre sí
mismos los dos bordes laterales, formando un sobre con una apertura superior.
Añadir los aderezos que falten y cerrar el paquete por el lado que falta,
doblándolo varias veces.
También se pueden cortar
círculos, colocando los alimentos en el centro, y formar como una bolsa atando
los extremos en la parte superior con hilo de cocina.
Por último, puedes formar
como un caramelo: plegar y doblar los extremos superior e inferior, y retorcer
los laterales. Asegurar también con hilo de cocina.
CONSEJO / TRUCO:
Se
recomienda llevar el alimento envuelto a la mesa para abrirlo en el momento de
consumir, pudiendo apreciarse así todos los aromas.
¿SABÍAS QUE…?:
Hay ingredientes, como ácidos o algunas especias, que pueden dañar el
papel de aluminio. Es importante tenerlo en cuenta.
No dudéis en hacerme llegar vuestros comentarios. ¡¡Muchas gracias!!
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